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El sombrero ya llegó, no se vaya, por favor, por favor no se vaya, no me arruine la función, esto es gratis, ya lo ve, no se pire quedesé, sino tiene no se raje, que le estoy hablando a usted, no se vaya estése quieto, es una falta de respeto, si no tiene, no hay problema, yo le invito hasta una cena, puede usted colaborar, con lo que pueda juzgar, con monedas, con billetes, con sonrisas, me da igual.Me considero un pibe teatrero, tiro función en la calle porque soy callejero, me gustaría recorrer el mundo entero, coleccionando sonrisas a modo de dinero, es lo que más deseo, por eso me elevo, viendo sonreír a los niños, a los abuelos, a los que viven en la calle, a los que salen del trabajo, a los que están disfrutando pa´ distraerse un rato, a las madres solteras, a las madres casadas y a todas las futuras madres embarazadas, a las chicas de minifaldas infartantes que hacen que los fanáticos religiosos se me espanten, a los que de casualidad se quedaron porque sus ojos, hoy en trance entraron, a todos los vagamundos itinerantes que me contagian para poder seguir en la calle con el arte, a todas las trabajadoras de la calle no especifico, no hacen falta detalles, a los vendedores de helado y de cerveza, a los artesanos que están siempre de la cabeza, a los comerciantes con muy buena onda que no llaman a la policía aunque la ley lo dispongay a todos los demás que están aquí presentes oyendo el monólogo delirante de este demente.Me encanta y me alegra hacerlos divertir, mi deseo de corazón es verlos sonreír, ya sea porque estoy cantando algo por un rato o en el aire estoy dibujando algún garabato, en un escenario no convencional siempre lo intento, para compartir un grato y lindo momento,por eso estoy contento, con esto improvisado, en un lugar diferente que ninguno tenía pensado, acá estoy dando todo lo que tengo, humildemente con mis palabras, los entretengo, hablando rápido le duela a quien le duela voy a seguir hablando hasta el día en que me muera, voy denunciando las injusticias de la vida, voy cantando por la calle aunque algunos me repriman por mi actitud que a más de uno le molesta tratando de que el lindo humor no desaparezca y en esta estrofa final la voy rematando despidiéndome muy alegre, me fui contagiando de toda su buena onda y su buena energía, les agradezco eternamente su linda alegría, les digo muchas gracias, ya me voy despidiendo, este humilde comediante de acá se va sonriendo, lo último que les pido es que me hagan caso no sean tacaños y que sea bien fuerte ese aplauso.

EL SOMBRERO

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